Es tradición polaca que los padres reciban a los novios con pan y sal para desear que nunca les falte de nada.
Nosotros nos unimos a este deseo, especialmente para que nunca les desaparezca la alegría y complicidad que irradian.
El día de su boda, celebrada en San Miguel Bajo y posteriormente en Club de Campo, se puede resumir en dos palabras: emoción y diversión.
Con imágenes también se puede resumir y lo hacemos a continuación.
Wszystkiego najlepszego!
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