Nada más conocer a Marina y Julio te das cuenta de que hacen buena pareja. Pero si tienes la oportunidad de pasar algo más de tiempo con ellos además te das cuenta de que la energía y la risa contagiosa de Marina unidas a la transparencia y generosidad de Julio crean un ambiente perfecto.
Así que no hace falta deciros que el día de su boda en Cortijo Alameda pasamos un día estupendo, divertido y emocionante.
Os dejamos un resumen que arranca con Marina preparándose en el hotel Abades y con Julio en casa de sus padres, retratado por la genial Marta Ruiz.
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